He venido por la senda,
con un ramito de rosas
del campo.
Tras la montaña,
nacía la luna roja;
la suave brisa del río
daba frescura a la sombra;
un sapo triste cantaba
en su flauta melodiosa;
sobre la colina había
una estrella melancólica...
He venido por la senda,
con un ramito de rosas.
J.Ramón Jiménez.
miércoles, 28 de septiembre de 2016
viernes, 16 de septiembre de 2016
EL LAUREL
Dafne
es el nombre de una ninfa protagonista de una desgraciada historia de amor
con Apolo, huyendo de él.
En la mitología griega Dafne era una dríade
(ninfa de los árboles), hija del dios río Ladón de Arcadia.
Dafne fue perseguida por Apolo, a quien Eros había disparado una flecha dorada para que se enamorase de ella, pues estaba celoso porque Apolo había bromeado sobre sus habilidades como arquero, y también afirmaba que el canto de éste le molestaba. Dafne huyó de Apolo porque Eros le había disparado a su vez una flecha con punta de plomo, que provocaba desprecio y desdén. Durante la persecución, Dafne imploró ayuda al dios del río Ladón, quien la transformó en laurel, árbol que desde ese momento se convirtió en sagrado para Apolo.
Una corona de laurel o luréola
es una corona formada por hojas de laurel, generalmente entregada como
recompensa a poetas, deportistas y guerreros en la antigua Grecia y Roma.
Desde siempre se ha cantado a
Dafne y aquí dejo una muestra.
A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraba;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro oscurecían.
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro oscurecían.
De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol que con lágrimas regaba.
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!
¡Que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón porque lloraba!
¡Que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón porque lloraba!
miércoles, 7 de septiembre de 2016
QUINTERO, LEÓN Y QUIROGA
Fue un trío de compositores, poetas que destacaron en el género de la copla, ellos eran Antonio Quintero, Rafael de León y Manuel
Quiroga.Al componer, Quintero escribía los sainetes de los espectáculos que
estrenaban y coordinaba la parte teatral con las canciones, en las que también
colaboraba con Rafael de León, aunque la responsabilidad de las letras recaía
generalmente en Rafael de León y la música era parte exclusiva de Quiroga. Compusieron
entre otras, las siguientes canciones, muchas de ellas entre las de mayor
recaudación y popularidad en España entre 1940 y 1965:
«Tatuaje» (1941). Rafael de León y Manuel Quiroga
(junto Xandro Valerio). «La Lirio» (1944). Rafael de León y Manuel Quiroga
(junto a José Antonio Ochaíta). «Francisco Alegre» (1948). Antonio Quintero,
Rafael de León y Manuel Quiroga. «Enamorada» (1961). Rafael de León (con
Augusto Algueró]). «A tu vera» (1964). Rafael de León (con Juan Solano). «A la
lima y al limón» (1940). Rafael de León y Manuel Quiroga.
Las coplas de Quintero, León y Quiroga han sido cantadas
por las más importantes voces del género, tanto en su época como en la
actualidad: Concha Piquer, Manolo Corrales, Juanita Reina, Miguel de Molina, Antonio
Amaya, Lola Flores, Rocío Jurado, Nati
Mistral, Sara Montiel, Marifé de Triana, Isabel Pantoja, Pasión Vega, Martirio,
Miguel Poveda, entre otros.
Conocer personalmente a la cupletista Concha
Piquer. la más destacada figura de la canción de la época, cuando ésta actuaba
en Sevilla en el Teatro Lope de Vega, fue un momento de especial importancia en
los inicios de la carrera del poeta Rafael de León. En 1932 Rafael de León
comienza su aventura madrileña de la mano del músico, también sevillano, Manuel
Quiroga con vistas al lanzamiento a nivel nacional del trío más famoso de la
música española de todos los tiempos: "Quintero, León y Quiroga". Sus
más de cinco mil canciones registradas dan una idea de la gran productividad
que alcanzó esta asociación.
Aquella generación de racionamientos y carencias
tuvo a cambio una abundante ración de coplas en la naciente radiodifusión.
Quintero, León y Quiroga tenían la clave del éxito, poseían "la marca de
fábrica" más conocida de la música en aquel periodo y llegaban al público
a través de la radio.

En la
década de los sesenta, empieza un
declive que lleva a Rafael de León y sus compañeros artísticos a casi un
creciente e injusto olvido. Rafael de León todavía paladea el éxito, en esta su
última etapa, escribiendo letras que cantan Nino Bravo, Raphael y Rocío Dúrcal.
Incluso consigue que los jóvenes compositores, como Augusto Algueró y Manuel
Alejandro musicaran sus textos.Joan Manuel Serrat hacía referencia a los tres
compositores y también los citó el
cantautor Joaquín Sabina en sus canciones.
Imágenes bajadas de la red.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)