Como curiosidad os diré que el Museo del Prado sólo tiene expuestas tres
pinturas realizadas por mujeres y en los tres casos son de la misma autora
Sofonisba Anguissola.
Es una triste evidencia y las dificultades que sufrieron las mujeres en aquel
tiempo. En el renacimiento el aprendizaje exigía que los alumnos se trasladasen
a vivir a casa de su maestro y en el caso de las mujeres resultaba poco
apropiado.
Las que se adentraban en el mundo de la pintura tenían prohibido estudiar
anatomía y pintar desnudos, por lo que siempre estaban en desventaja con los
hombres.Sin embargo Sofonisba destacó en
la pintura gracias a la ayuda de su
padre que pertenecía a la nobleza genovesa siendo amante del arte y la humanística
quiso que sus hijos recibieran la misma
formación.
Ella acompañada de su hermana Elena
las envió a estudiar con el maestro Bernardino Campi y cuando éste se trasladó de ciudad continuó sus
estudios con el maestro Bernardino Gatti conocido como “el Sojaro”.
A los veinte años destacaba sobre todo en los retratos y en 1554 se fue a
Roma a continuar sus estudios allí conoció a Miguel Ángel Buonarrotti.
Gracias a los contactos de su
padre conoció a Miguel Ángel que la orientó, aconsejó y le enseñó durante dos
años.
En 1558 Sofonissba se trasladó a
Milán donde el Duque de Alba le encargó un retrato, quedó tan satisfecho que la
recomendó a Felipe así fue como con
veintisiete años era invitada por Isabel de Valois como dama de compañía y
pintora de la corte.
Desde ese momento realizó numerosos retratos de la familia real estuvo en
la corte durante veinte años y trabajó en colaboración con Alonso Sánchez
Coello cuya obra influyó en su estilo lo que contribuyó a errores en la
atribución de varias de sus obras.
Uno de los retratos más célebres de Felipe II fue atribuido erróneamente
a Coello en fechas recientes y también fueron adjudicadas otras de sus obras a
Tiziano, Zurbarán e incluso El Greco por su altísima calidad y el hecho que no
firmara sus obras realizadas en la corte.
Tras la muerte de Isabel de Valois contrajo matrimonio con Fabrizio de
Moncada, hermano del virrey de Sicilia por lo que se trasladó allí. Cuando
enviudó se volvió a casar con un noble genovés.
Sofonisba murió en Palermo a los noventa y tres años no sin antes ser
retratada por Anton Van Dyc y recibir sus consejos.
Muy curiosa historia, nunca había reparado en la poca, más bien nula, presencia de la mujer en el Renacimiento. Por cierto, es Buonarroti. Un placer!!
ResponderEliminarMuy intetesante sin duda. La hulla de la mujer en muchas épocas es practicamente inexistente o bajo firmas masculinas.
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