La leyenda nos cuenta que la
diosa Atenea hizo brotar un olivo con la punta de su lanza en el origen de la
ciudad.
Sin embargo otra nos dice:
Que Atenea y Poseidón estaban en lucha por su protección entonces Zeus prometió
conceder el dominio de la ciudad a quien pudiera conseguir el regalo más útil
para el territorio.
Poseidón
llevó un caballo, animal noble y resistente, muy necesario para el hombre.
Atenea apareció con una rama de un verde plateado, explicó las cualidades del
olivo al ser capaz de vivir muchos años y dar frutos sabrosos, extraer líquido
para las comidas y curar heridas. De ésta forma Atenea se hizo con la victoria.
Los
griegos conocían el olivo silvestre ya que el dedicado al aceite provenía de
Egipto.
En
la actualidad es un valioso componente de la dieta mediterránea, regando
generosamente las ensaladas de todo tipo y en los guisos cotidianos.
¡Hola Toñy!
ResponderEliminarMe gusta tu entrada porque, por lo general, me gustan las historias, las leyendas y la mitología.
No conocía este fragmento mitológico relativo al olivo, y me ha encantado. Me encantan los relatos que empleaban los latinos y los griegos para dar una explicación que ellos consideraban lógica de las cosas que les parecía importantes. Sin duda alguna, el olivo lo es.
Un saludo
Hola a mi también me gustan y la curiosidad me lleva a buscar cosas que utilizamos cada día. Gracias por tu comentario un besito.
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