lunes, 13 de noviembre de 2017

LUCHA ENCARNIZADA

Hoy  por fin puedo escribir con las heridas aún abiertas después de varios años de estar en la U.V.I del hospital de la vida. Cada vez que escucho con la ligereza que normalmente se utiliza la frase” estoy depre” cuando tenemos un mal día, estamos tristes o melancólicos, sin pararnos a pensar en lo cruel que es la enfermedad para el que la sufre y su familia.
Su extensión en el tiempo  limita profundamente  a la persona a pesar de los tratamientos psiquiátricos y psicológicos. La lucha es titánica  al menor resquicio dejamos a la depresión adueñarse de todo y vuelta a empezar. Somos gladiadores en un circo donde no tenemos ni espada, ni red para defendernos. Acorraladas y solas ante la ferocidad humana.
Las causas son infinitas, descubrirlas y hacerlas frente es el reto más ímprobo al que nos enfrentamos.
Ahora cuando tanto se publicita sobre el maltrato a la mujer no puedo soportar los anuncios, ni tampoco cuando dan la noticia de un nuevo asesinato de una de nosotras. Me “enfada” cuando escucho al periodista de turno referirse “no había denuncias previas” al comunicar la noticia del crimen.
No tienen ni idea del sufrimiento constante a que estamos sometidas. No hace falta que haya golpes, ni moratones, ni brazos rotos, etc. Cuando sucede en el interior de cada hogar existe un maltrato psicológico que te va matando poco a poco, un sufrimiento insoportable donde la muerte es la liberación.
Se que es duro oírlo pero más, muchísimo más, sufrir la más larga premuerte  que cualquier enfermedad pueda causar jamás. Es la que te produce la persona que se supone que te amaba más que a nada en el mundo (estos amores sí que matan).
Es una de las enfermedades más odiosas ya que no tenemos antídoto, ni vacunas y  nadie entra en el fondo del problema solo ponen parches que no solucionan nada. No quiero que suene feminista porque también hay hombres que lo sufren y no denuncian ni lo afrontan porque esta sociedad no lo “ve bien”.
La lucha continúa pero con tanta fuerza que dentro de poco tiempo ésta gladiadora tendrá “la  libertad”. Ánimo a todos los demás que aunque ahora no lo creáis, tened la seguridad de que la vuestra  tiene recompensa y esa es “la victoria”.

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1 comentario:

  1. Buen post mi querida Toñi, que cierto es, puede minarte de tal manera que se va difuminando tu esencia y hundiéndote en el más profundo de los abismos. No se debería hablar tan a la ligera, sin saber de que estamos hablando, vivirlo es tremendo. Mi abuela lo vivía día a día y para olvidarlo, olvidaba cada día, hasta que llego el día que olvido quien era y lo que había vivido. Estoy segura de que fue así. Ella quiso olvidar todo lo que la rodeaba pensando que así no sentiría ese profundo dolor. Gracias cielo . Besos!!

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