domingo, 9 de diciembre de 2018

EN EL CORAZÓN DEL SUEÑO


 Oscurece en la pradera y en el bosque comienza la música como si de los tam tam se tratase. Miles de ojos se desperezan a su ritmo, linternas minúsculas que alumbran la noche.

Sin embargo otros duermen tras un día agotador, orugas que luchan por salir de su prisión antes de tiempo, con movimientos convulsos intentan hacer un agujero para  salir por el  hacia la libertad. No saben que en cuanto lo consigan su frágil belleza se apagará en unas horas.

Un precio muy alto para aletear sobre las flores, chupar su nectar, notar el calor del sol sobre sus frágiles cuerpecillos y continuar su ciclo vital hasta fenecer, y otra nueva generación con los mismos movimientos quedarán agotados por conseguir esa efímera libertad.

La noche sigue avanzando inexorable hasta morir, mientras las diminutas linternas se adormecen como si una red les aprisionara sus prqueñas cabezas.


Sueñan con un nuevo anochecer donde dar rienda suelta a sus instintos y volar a través de los árboles en busca de alimento para sobrevivir, o una grácil compañera que le agrade sus requiebros para compartir su nido.

Son diferentes pero luchadores de libertad unos y los otros se sienten libres por que cruzan el viento a placer, todo ello sin saber que son ciclos programados por unas leyes invisibles que se han de cumplir inexorablemente.

Al despertar se halló cubierta por la arena y la espuma de las olas que la arrastraban hacia la inmensidad donde pertenecía.



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