martes, 15 de noviembre de 2016

EL LENGUAJE DEL LLANTO

Es un lenguaje natural y exclusivo de la especie humana: en cuanto nacemos, empezamos a llorar. Si un niño no llora al nacer, se plantea un grave problema para su vida, porque nos estaría indicando que el aire no ha entrado en sus pulmones o que su cerebro no percibe las nuevas sensaciones que no podía experimentar en el seno materno.
El llanto casi siempre procede de un deseo insatisfecho y representa una respuesta emocional a una situación de sufrimiento, pero las personas aprendemos a usarlo con múltiples variantes, para aprovechar sus posibilidades de manipulación, interacción social y comunicación afectiva.
 Podemos contener el llanto o forzarlo; modularlo con diferentes intensidades y entonaciones; acompañarlo con otras manifestaciones físicas (lágrimas, aspavientos, golpes de pecho...). Todo ello, en función de nuestra conveniencia personal y de las costumbres sociales.
El llanto transmite vulnerabilidad, sumisión o dolor, por lo que puede inhibir la agresividad de los demás y despertar su compasión y consuelo.   Algunos tipos de llanto:

Llanto de supervivencia del bebé para empezar a respirar.

Llantos infantiles angustiosos por un fuerte dolor.

Llantos histéricos y forzados de niños que quieren llamar la atención de sus padres.

Llantos de frustración del niño a quien se le niega un capricho o del estudiante suspendido.

Llantos de felicidad y emoción del deportista ganador o de los amantes reencontrados.

Llantos de impotencia ante la enfermedad y el sufrimiento.

Llantos angustiados de los padres ante la adversidad de sus hijos.

Llantos fúnebres emocionados por la muerte de un ser querido.

Falsos llantos histéricos de las plañideras.

Bajada de la red

 

3 comentarios:

  1. Una entrada perfecta y muy acertada, me encanta

    Un saludo
    Lady Deathpoet

    http://ladydeathpoet.blogspot.com.es

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  2. Muchas clases de llantos necesarios. Un abrazo

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  3. El llanto es necesario y bueno expresarlo, creo que las emociones, sobre todo las que se dicen "negativas" hay que aprender a gestionarlas y no reprimirlas. El llanto, muchas veces lo consideramos como una debilidad o fragilidad e intentamos esconderlo tras una màscara que no nos hace ningún bien. Al igual que la risa,el llanto es terapéutico.
    Una gran e interesante entrada , Toñi.
    Abrazos.

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