Tuve un sueño hace unos días que me inquietaba, sueños que llevaba tiempo sin experimentar, quizás porque mi mente ha estado muy preocupada, o porque mi estado natural era estar alterada, a veces el malhumor lo tenía enquistado. Me volví huraña, inaguantable y comencé a no salir a la calle, solo lo imprescindible para no morir de inanición.
Estaba
en una casa desconocida, lo que me
llamaba la atención era el suelo de mosaico geométrico de colores opacos, estábamos reunidas mi
abuela, mi prima y yo. He de decir que la abuela flotaba mientras que nosotras
dos permanecíamos ella en la cama y yo sentada en un butacón del siglo XIX
ajado y raído.
La
abuela no paraba de hablarme y no
entendía nada, con su mano amenazante la señalaba, al principio creí que nos
avisaba de alguna enfermedad grave, como seguía sin darme por aludida se
aproximó y me zarandeó mientras señalaba a Tita, entonces comprendí que el
mensaje era para mí.
Yo
y mis sueños premonitorios… ¡como descifrarlo! si nunca fui capaz de buscar a
alguna persona que de verdad fuese docto en la materia, con la de engaños que
se producen, no estaba dispuesta a arriesgarme y quizás con un poco de suerte
los inquietantes sueños desaparecerían.
Ilusa
de mí, ahora que estaba empezando a recomponerme y la serenidad se adentraba
con dificultad en mi interior, vuelve a reproducirse el fenómeno.
Loa
días pasaron llenos de inquietud hasta que de repente una idea cruzó mi mente,
¿Qué teníamos en común Tita y yo, para que la abuela la señalara como hacedora
de alguna patraña contra mí?
Dándole
vueltas y más vueltas al dichoso sueño llegué a la conclusión que era la casa
de los abuelos, así que cogí el teléfono y la dije — ¿cómo está la casa de los
abuelos?— Sin inmutarse comienza a narrar
—Bueno
la casa es mía, la abuela se la vendió a mi madre y luego mi hermana renunció a
su parte y la casa está a mi nombre—
—Como
has podido ser tan ruin, ladrona e hija de mala madre o de las cuatro letras,
eres una auténtica decepción, una aventajada de cierta orden, como recordarás
lo decía la abuela (ni una mala palabra, ni una buena acción), no ha sido capaz
de decírmelo durante tantos años y eso que decías que más que prima era tu
hermana, ya que mi madre te crió junto con la abuela durante 13 años y ella
feneció siendo yo una cría, con razón me avisó que me queríais quitar la casa
porque todavía era mía, ella no
firmaría, aprovecharse de una persona en sus últimos momentos de vida….
Con
el valor ínfimo de la casa perdida en un pueblo de Castilla casi sin
habitantes, ¿te ha merecido la pena? Ahora todo el pueblo sabe tu ignominiosa
acción y ya sabes lo que dicen: Por sus obras les conoceréis—
Colgué
el teléfono y el llanto corría desesperado por mi rostro, no era el valor
económico sino la jugarreta indecente y
ruin, el cariño y el amor de mi abuela al que no tuvieron en cuenta mientras
perpetrabas semejante acción.
Ella
no lo hubiese querido, ya da lo mismo hoy
25 de agosto es tu funeral aunque sea solo en mi corazón.
Ahora
todo cobra sentido, las puyitas de mi tía sobre mi madre y su rencor hacia ella
lo canalizaba en mí, y ese mismo odio se lo transmitía a su hija mayor Luchy,
pero creo que el trío no soportaba que mis hijos hayan logrado con su esfuerzo
una buena situación laboral y económica, mientras que sus nietos no cumplieron
las altas expectativas que habían creado para ellos.
Así
que la envidia y la avaricia se hicieron las dueñas de su venganza, por fin
iban a poder resarcirse del daño causado cuando Mary Pepa era una niña, sintió
la pérdida de atención de sus padres cuando nació su hermana seis años después.
¿Cómo
se puede vivir una longevidad arrastrando tanto odio, que le lleve a urdir una
usurpación de unos derechos a una persona que nunca pidió nada, y solo dio
cariño?
Mary
Pepa ha muerto hace unos años y sus
hijas de edad avanzada no hacen más que quejarse, que si no duermo, tengo
muchos dolores de la artrosis. Lo normal de envejecer.
Solo
están las dos y los hijos de Luchy que uno está con ella y el otro lejos que
apenas le ve, del cual tiene tres nietos aunque
su contacto es casi nulo.
Su
forma de vida social de aparentar y el qué dirán, siempre ha sido su modus
vivendi, la ropa de marca y enjoyada, con el pelo rubio y melena corta cuyo
peinado ha mantenido desde que puedo
recordar.
Qué
pírrica venganza y que corazones tan negros…
Siempre
las he defendido contra quien osase difamarlas, pero creo que al final las
conocían mejor que yo.
Solo
que ahora esta última traición que es del dominio público porque ya es tiempo
de quitar las máscaras y que cada cual asuma quien es de verdad. Esa es la
causa principal por la que Tita no pasa los veranos en la casa fresca del
pueblo, y se asfixia de calor en el cuarto piso sin ascensor. Sin nadie que la
visite solo su hermana con su marido van de tarde en tarde algún domingo a
comer, si supiera lo que he escuchado de sus bocas referente a ella…por esa
razón dejé de confraternizar porque lo mismo harían conmigo cuando no estuviese
delante.
Sin embargo Tita no espera la última sorpresa, todo legal, muy legal de ese modo ya no me quedarían motivos para regresar y así se cierra el círculo donde por vez primera abrí los ojos a la hermosa luz de Mayo.
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