lunes, 24 de octubre de 2022

LA VENGANZA

 Tuve un sueño hace unos días que me inquietaba, sueños que llevaba tiempo sin experimentar, quizás porque mi mente ha estado muy preocupada, o porque mi estado natural era estar alterada, a veces el malhumor lo tenía enquistado. Me volví huraña, inaguantable  y comencé a no salir a la calle, solo lo imprescindible para no morir de inanición.

Estaba en una casa  desconocida, lo que me llamaba la atención era el suelo de mosaico geométrico   de colores opacos, estábamos reunidas mi abuela, mi prima y yo. He de decir que la abuela flotaba mientras que nosotras dos permanecíamos ella en la cama y yo sentada en un butacón del siglo XIX ajado y raído.

La abuela no paraba de hablarme y  no entendía nada, con su mano amenazante la señalaba, al principio creí que nos avisaba de alguna enfermedad grave, como seguía sin darme por aludida se aproximó y me zarandeó mientras señalaba a Tita, entonces comprendí que el mensaje era para mí.

Yo y mis sueños premonitorios… ¡como descifrarlo! si nunca fui capaz de buscar a alguna persona que de verdad fuese docto en la materia, con la de engaños que se producen, no estaba dispuesta a arriesgarme y quizás con un poco de suerte los inquietantes sueños desaparecerían.

Ilusa de mí, ahora que estaba empezando a recomponerme y la serenidad se adentraba con dificultad en mi interior, vuelve a reproducirse el fenómeno.

Loa días pasaron llenos de inquietud hasta que de repente una idea cruzó mi mente, ¿Qué teníamos en común Tita y yo, para que la abuela la señalara como hacedora de alguna patraña contra mí?

Dándole vueltas y más vueltas al dichoso sueño llegué a la conclusión que era la casa de los abuelos, así que cogí el teléfono y la dije — ¿cómo está la casa de los abuelos?— Sin inmutarse comienza a narrar

—Bueno la casa es mía, la abuela se la vendió a mi madre y luego mi hermana renunció a su parte y la casa está a mi nombre—

—Como has podido ser tan ruin, ladrona e hija de mala madre o de las cuatro letras, eres una auténtica decepción, una aventajada de cierta orden, como recordarás lo decía la abuela (ni una mala palabra, ni una buena acción), no ha sido capaz de decírmelo durante tantos años y eso que decías que más que prima era tu hermana, ya que mi madre te crió junto con la abuela durante 13 años y ella feneció siendo yo una cría, con razón me avisó que me queríais quitar la casa porque todavía era mía,  ella no firmaría, aprovecharse de una persona en sus últimos momentos de vida….

Con el valor ínfimo de la casa perdida en un pueblo de Castilla casi sin habitantes, ¿te ha merecido la pena? Ahora todo el pueblo sabe tu ignominiosa acción y ya sabes lo que dicen: Por sus obras les conoceréis—

Colgué el teléfono y el llanto corría desesperado por mi rostro, no era el valor económico sino la jugarreta  indecente y ruin, el cariño y el amor de mi abuela al que no tuvieron en cuenta mientras perpetrabas semejante acción.

Ella no lo hubiese querido, ya da lo mismo hoy  25 de agosto es tu funeral aunque sea solo en mi corazón.

Ahora todo cobra sentido, las puyitas de mi tía sobre mi madre y su rencor hacia ella lo canalizaba en mí, y ese mismo odio se lo transmitía a su hija mayor Luchy, pero creo que el trío no soportaba que mis hijos hayan logrado con su esfuerzo una buena situación laboral y económica, mientras que sus nietos no cumplieron las altas expectativas que habían creado para ellos.

Así que la envidia y la avaricia se hicieron las dueñas de su venganza, por fin iban a poder resarcirse del daño causado cuando Mary Pepa era una niña, sintió la pérdida de atención de sus padres cuando nació su hermana seis años después.

¿Cómo se puede vivir una longevidad arrastrando tanto odio, que le lleve a urdir una usurpación de unos derechos a una persona que nunca pidió nada, y solo dio cariño?

Mary Pepa  ha muerto hace unos años y sus hijas de edad avanzada no hacen más que quejarse, que si no duermo, tengo muchos dolores de la artrosis. Lo normal de envejecer.

Solo están las dos y los hijos de Luchy que uno está con ella y el otro lejos que apenas le ve, del cual tiene tres nietos aunque  su contacto es casi nulo.

Su forma de vida social de aparentar y el qué dirán, siempre ha sido su modus vivendi, la ropa de marca y enjoyada, con el pelo rubio y melena corta cuyo peinado  ha mantenido desde que puedo recordar.

Qué pírrica venganza y que corazones tan negros…

Siempre las he defendido contra quien osase difamarlas, pero creo que al final las conocían mejor que yo.

Solo que ahora esta última traición que es del dominio público porque ya es tiempo de quitar las máscaras y que cada cual asuma quien es de verdad. Esa es la causa principal por la que Tita no pasa los veranos en la casa fresca del pueblo, y se asfixia de calor en el cuarto piso sin ascensor. Sin nadie que la visite solo su hermana con su marido van de tarde en tarde algún domingo a comer, si supiera lo que he escuchado de sus bocas referente a ella…por esa razón dejé de confraternizar porque lo mismo harían conmigo cuando no estuviese delante.

Sin embargo Tita no espera la última sorpresa, todo legal, muy legal de ese modo ya no me quedarían motivos para regresar y así se cierra el círculo donde por vez primera abrí los ojos a la hermosa luz de Mayo.


  

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